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La Inteligencia Artificial (IA) lleva a un robot humanoide a emular la habilidad de esbozar como un artista. Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) revelan un avance significativo en el mundo de la IA y la robótica, mediante un modelo basado en aprendizaje profundo que permite a un robot humanoide realizar bocetos de imágenes, replicando incluso el proceso creativo comúnmente utilizado por los artistas.
Descubriendo la Creatividad de la Inteligencia Artificial en la Pintura
El Arte de la IA: A diferencia de la mayoría de las obras de arte generadas por IA, que utilizan algoritmos, este robot humanoide emplea técnicas de aprendizaje profundo por refuerzo para cada trazo del pincel. Este enfoque imita la forma en que los humanos dibujan y analizan su trabajo. Según uno de los coautores del estudio, el objetivo no es crear un «Picasso mecánico» que realice obras maestras, sino lograr un robot pintor físico capaz de crear arte sencillo.
Inspiración y Desarrollo del Estudio
Inspiración y Desarrollo: La inspiración para este estudio proviene de investigaciones anteriores centradas en el potencial de un conjunto de datos Quick Draw para pintores robóticos, incorporando Deep-Q-Learning. Esto facilita la ejecución de trayectorias complejas con características emocionales. Los resultados incluyen un sistema robótico de bocetos que utiliza Deep-Q-Learning para planificar las acciones del robot, permitiéndole realizar tareas desafiantes en entornos diversos.
Arquitectura del Robot y Simulación de Habilidades Humanas
Arquitectura del Robot: La arquitectura del robot consta de tres redes interconectadas: una red global que extrae características de alto nivel, otra red que captura características de bajo nivel alrededor de la posición del lienzo y una tercera red de salida que guía las siguientes posiciones de pintura. Dos canales adicionales supervisan el proceso de entrenamiento y mejoran las habilidades de boceto del robot.
Simulación de Habilidades Humanas: Para simular las habilidades de pintura de un humano, el equipo utiliza un generador de trazos aleatorios. Al aplicar un sistema Deep-Q-Learning, abordan problemas de sobreestimación. También incorporan una función de recompensa para el entrenamiento. A pesar de que el robot no crea obras maestras, genera dibujos en lienzo basados en modelos de IA. Las ilustraciones incluyen una botella de vino, un garabato de un perro y una flor, entre otras. La última ilustración es interesante: la interpretación del robot de la Mona Lisa. Aunque no se acerca a la obra de Leonardo da Vinci, resulta fascinante pensar en el robot comprendiendo el concepto y creando su propia versión.
Más Allá de la Calidad del Trabajo: Innovación y Perspectivas Futuras
Innovación y Futuro: A pesar de la calidad del trabajo, nos enfocaremos en la innovación y la capacidad de darle un giro robótico al arte. Los autores del estudio esperan que estos hallazgos permitan a los robots abordar tareas desafiantes y aprender a adaptarse a labores cada vez más complejas. A medida que la tecnología mejora, la convergencia entre IA y robótica promete aplicaciones innovadoras para resolver problemas.
